¿Pueden seguir las empresas el ritmo de la ESG? Responde el IBEX 35

Las compañías del IBEX 35 reconocen que es necesario incluir a los proveedores en las exigencias de la ESG. Si bien, critican los modos de Bruselas. Duración 44 min

Isabel Abellán, de Banc Sabadell, Severiano Solana, de CaixaBank, Marco Masip, de Telefónica, y Nuria Rodríguez, de Naturgy, junto con el director de la revista Inversión, Alejandro Ramírez, protagonizaron un intenso debate sobre cómo conjugar ESG con rentabilidad.

Las empresas del IBEX 35 representadas en el Foro Social Investor, organizado por la revista Inversión, abordaron el desafío que supone el tsunami regulatorio impulsado desde Bruselas. Destaca la recién aprobada directiva de diligencia debida, que tiene como objetivo principal fomentar la sostenibilidad en las cadenas de suministro de las compañías, también cuando operan fuera de la Unión Europea. 

Por un lado, consideraron que es una regulación que va por el buen camino, pues es preciso ampliar las exigencias de descarbonización y sostenibilidad a los proveedores de las grandes compañías. 

Así lo explicó Severiano Solana, director de estrategia y seguimiento de Sostenibilidad en CaixaBank: “La cadena de valor está incorporada en los procesos y, si no la incluimos en la foto, veríamos una parte tremendamente pequeñita de la actividad de las empresas. En nuestro caso, cuando vemos las emisiones de una entidad financiera, la parte que nosotros generamos es ridícula, la calefacción de las oficinas, de los centros de datos. Donde están las emisiones es en la cadena de valor, a través de la financiación que damos a nuestros clientes”. 

Marco Masip, head of ESG strategy and reporting en Telefónica, abundó en la misma idea pero, al mismo tiempo, deslizó algunas críticas sobre el desarrollo de la normativa: "La externalización de procesos está a la orden del día desde hace muchísimos años y, ahora, cuando llamas a una empresa, el que te contesta, el que te instala, es de otra empresa. Por eso, parece lógico y coherente aunar la cadena de valor. Pero el diablo está en los detalles”. 

Así, consideró que hay que dar tiempo a que se consolide y afine la normativa, para que ayude a fomentar la sostenibilidad en lugar de ser un requerimiento burocrático más. 

“No tengo claro que queriendo acelerar mucho vayamos a conseguir mucho más”, insistió. 

Nuria Rodríguez, directora de medio ambiente y responsabilidad social en Naturgy, también insistió en esa idea: "En los primeros años vamos a sufrir el haber hecho una regulación acelerada, una aplicación cuando todavía no se había terminado de regular". 

Con todo, Isabel Abellán, directora de sostenibilidad en corporate & investment banking en Banco Sabadell, recordó que la sostenibilidad va en beneficio de todos, también de las corporaciones. 

“Yo sigo viendo interés inversor. No hay consultora ESG que te diga que no hay una clara correlación entre una empresa más sostenible y una empresa más rentable. A igualdad de condiciones, una compañía más sostenible va a tener más acceso a la financiación y menos problemas regulatorios. No es tema de buenismo, hablamos de rentabilidad pura y dura”, dijo. 

Por su parte, Solana apuntó que la sostenibilidad no es un tema de ecología sino de tecnología: "Hay apetito por parte de las pymes, de las empresas, en  buscar este elemento de la sostenibilidad. Pero porque creo que lo están viendo desde el punto de vista lógico, que es que esto no va tanto de ecologismo, sino de tecnología. En el proceso competitivo a nivel mundial, se están dando cambios en los que, o eres capaz de entender cómo se están dando determinados cambios en la tecnología, o es posible que te quedes fuera de juego".

Solana puso el ejemplo del sector automóvil, que se enfrenta a un cambio importante con la electrificación de la movilidad para descarbonizar el transporte.

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