Citigroup despide a su mejor hombre en ESG y desmantela su equipo

Los despidos en el núcleo duro de la ESG en Citigroup se producen a rebufo del plan para recortar 20.000 puestos de trabajo en todo el mundo

Citigroup ha eliminado cinco puestos de analistas clave dentro del equipo dedicado a producir informes ESG y climáticos, según fuentes familiarizadas con los despidos.

Los analistas, que trabajaban en la unidad Global Perspectives & Solutions de Citi, dejaron el banco a finales de la semana pasada, según las mismas fuentes. Entre los que se marcharon se encuentra Jason Channell, director de finanzas sostenibles de Citi Global Insights.

Los analistas habían publicado informes sobre temas como el clima, las energías renovables, la biodiversidad y los mercados de carbono.

Citigroup, que todavía emplea analistas en otros departamentos que se centran en ESG, no cobró a los clientes por la investigación producida por los analistas cuyos puestos fueron eliminados. Otros investigadores también fueron despedidos.

Channell no respondió a las solicitudes de comentarios.

Un portavoz de Citigroup dijo que el banco está comprometido a apoyar a sus clientes "en sus viajes hacia la sostenibilidad" y a alcanzar los objetivos de financiación neta cero y sostenible de la propia empresa, aunque se negó a hacer comentarios sobre cuestiones de personal.

Citigroup sigue trabajando en su compromiso de recortar unos 20.000 puestos de trabajo a nivel mundial, o aproximadamente el 8% de su fuerza laboral. Hasta la fecha, ha eliminado aproximadamente 11.000 puestos.

El banco ha prometido aumentar la rentabilidad y recuperar la confianza de los inversores después de años de estar a la zaga de sus principales pares bancarios estadounidenses. Eso lo ha llevado a centrarse en la racionalización de las operaciones y en la mejora de los datos y la tecnología.

Al mismo tiempo, Wall Street está tratando de descubrir cómo navegar en un segundo mandato con Donald Trump como presidente y un Partido Republicano recientemente envalentonado que ya ha intensificado sus ataques a las estrategias financieras ESG (ambientales, sociales y de gobernanza).

Trump ha prometido reducir los subsidios verdes y el alcance de las protecciones ambientales como parte de un programa de desregulación radical. Su victoria electoral del 5 de noviembre ha llevado a los analistas del sector ESG a predecir que espera un entorno político considerablemente más hostil a la sostenibilidad.

Un día después de la elección, Jefferies Financial Group publicó una nota en la que advertía a “todos los administradores de fondos ESG que tengan un abogado en el equipo o en el número de marcación rápida del teléfono”.

Desde entonces, el Partido Republicano se ha vuelto más litigioso.

El mes pasado, el fiscal general de Texas, Ken Paxton, encabezó una iniciativa para demandar a BlackRock, Vanguard Group y State Street Corp por, presuntamente, violar las leyes antimonopolio al utilizar estrategias de inversión respetuosas con el medio ambiente para suprimir el suministro de carbón.

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