La palabra que dominó las proyecciones que Inversión publicó en El año por delante 2024 fue «geopolítica». Las páginas de aquel número iban plagadas de este sustantivo para condensar los análisis sobre el IBEX 35 y otras mediciones que coincidían en barruntar un mundo con más miedo y menos esperanza. 

Hubo otra: «inestabilidad». Y ahora, al armar el número prospectivo de los escenarios más probables para 2025, produce escalofríos asumir que la situación tiende a peor. 

El último año ha añadido una crisis geopolítica de consecuencias imprevisibles: la guerra entre Israel y Hamás. Desconocemos hasta dónde llegará, pero sí que gira al cobro facturas con más vínculos que nos afectan de los que se delatan a primera vista. 

La victoria de Donald Trump no se podría entender sin esta crisis, por ejemplo. Y el reelegido presidente de los Estados Unidos apadrina estragos en el IBEX 35, índice en el que millones de españoles fondean sus ahorros.

Este ejemplo de correlación ilustra que, aunque, a todas luces, el mundo camina hacia la desglobalización, al mismo tiempo hunde raíces de interrelación geopolítica por explorar: el lunes negro de agosto abrasó los esquemas tradicionales de interdependencia entre la política y el dinero. 

Más miedo y menos esperanza, escribía antes: esa realidad es insoportable en Valencia. Centenares de muertos y miles de millones –entre 4.000 y 4.500– de factura económica son los números del dolor. ¿Irá a peor? 

Siempre ha habido tragedias naturales y las habrá. Pero el consenso científico nos dice que la dana de Valencia fue un 12% más severa que cualquier tormenta equivalente en época preindustrial. 

Las personas que sobrevivieron se enfrentan a un futuro incierto con la convicción del desamparo y una desconfianza creciente hacia las instituciones. 

Inversión firma un índice de fiabilidad del 90% sobre sus pronósticos de 2023 y 2024

No parece que lleguen las soluciones: los reproches entre Generalitat valenciana y Gobierno central (entre PP y PSOE) no son más ridículos o abochornantes que las discusiones para frenar el calentamiento global en 1,5 grados en 2100 cuando, con las campanadas de 2025, ya se habrán alcanzado los 1,49 grados. Nadie se prepara –ni nos prepara– para la realidad científica a la que conduce la actual senda política: los 3,2 grados (según la ONU).

Todo dibuja una maraña densa y grisácea. Y ésta alimenta exigencias legítimas de respuestas. Es innato para los inversores asumir riesgos –en mayor o menor escala–, pero también es propio de la comunidad financiera intentar minimizarlos. 

Nuevamente, Inversión se dispone a cumplir su misión editorial histórica: llevar a sus lectores (a ti) hacia un marco analítico único que permita anticipar decisiones estratégicas. 

La combinación de casi 40 años de estadísticas macro y de mercados con el talento de las firmas invitadas nos permite afrontar este trabajo con garantías.

Los artículos de El 2025 por delante se componen de nuestros escenarios base con proyecciones para PIB, inflación, tipos de interés, euro/dólar, petróleo, oro, IBEX 35 (+12,06%) –incluidos sus blue chips–, S&P 500 y Eurostoxx 50. Echando la vista atrás, nuevamente, Inversión firma un índice de fiabilidad del 90% sobre sus pronósticos, gracias al buen hacer de Josep Codina y su equipo.

Pero las cifras necesitan contexto: materia gris. Y El 2025 por delante, así como los artículos extra que incluye su edición expandida y su vertical en el portal de Inversión, viene desbordado de ella.

Repiten los analistas financieros con más autoridad en sus campos (Enrique Marazuela, Gisela Turazinni, Ralph Elder, Susana Gallego, Rosa Duce…)  pero este año, además, damos la bienvenida a algunas de las firmas periodísticas más reputadas del país: Carmen Morodo, Ignacio Rodríguez Burgos y Cándido Méndez como ejemplos.

El objetivo común emana del periodismo ortodoxo. Y no es otro, por elevación, que el de ayudar a construir, no solo una cartera inversora optimizada al contexto, sino también una sociedad cada vez más informada, libre y, por tanto, mejor.

El ejercicio es este año más necesario y complicado que en 2024. Por eso valoro y agradezco el esfuerzo y compromiso con el que, en particular, se ha atado este especial de Inversión. 

Cuando acabes de leerlo te quedarán, sin duda, preguntas por responder. Y lo lamentamos. Pero lo nuestro, lo sabes, es la fiabilidad, no la especulación.

● Este artículo forma parte del número de Inversión El 2025 por delante, publicado el 25 de noviembre en papel y el 15 de diciembre en epaper en edición extendida exclusiva para suscriptores.

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