Trump hereda unos EEUU fuertes. Ese es el problema real de la Europa débil (aunque no el peor)
Trump describió durante su investidura a unos EEUU en declive, pero, en realidad, gozan de buena salud. Mientras, Europa lucha contra un modelo de negocio roto y desafíos nacionalistas
El discurso de investidura de Donald Trump fue notable por muchas razones, pero lo que destacó viéndolo desde lejos fue la disonancia con la que describió a unos Estados Unidos en declive existencial y necesitados de rescate. De hecho, Estados Unidos goza de una salud de hierro, y la descripción de su 47 presidente era más adecuada para Europa.
Al este lado del charco, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, expuso el martes una visión igualmente difícil de cuadrar con la realidad. En su intervención en el Foro Económico Mundial de Davos, al inicio de su segundo mandato, describió un continente de fuerza innovadora, comprometido con principios inmutables, preparado para el cambio y que encuentra la fuerza en la unidad frente a la adversidad.