Pedro Sánchez. La excepcionalidad como única estrategia
España no sólo vive la anormalidad de la pandemia, sino de la institucional que Sánchez tolera porque, al final, la hipérbole le da la vida
La sentencia absolutoria del "caso Bankia" fue la última excusa para que los populistas continuaran su labor de descrédito del poder judicial en España. Pablo Echenique, portavoz parlamentario de Podemos, fue el encargado del ejercicio de demagogia: la ciudadanía, según Echenique, aprecia que se condena al presidente de una comunidad autónoma (Quim Torra) por «no quitar una pancarta» al tiempo que los tribunales exoneran a los responsables de una «catástrofe económica» como fue la salida a bolsa de Bankia.
Desde que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias pactaron las bases para sacar adelante los presupuestos generales del Estado, Podemos no ha parado de moverse y de ocupar el escenario a través de los ataques del vicepresidente segundo a la corona y al poder judicial; de los tuits del ministro de Justicia, Alberto Garzón; del enorme protagonismo de la ministra del Trabajo, Yolanda Díaz, que hasta los actores sociales consideran a veces contraproducente; y de los vídeos y entrevistas de su compañera, la ministra de Igualdad, Irene Montero.