Los antivacunas: el nuevo riesgo que el mercado prefiere ignorar
La preocupación de la clase política por las dudas de la población sobre las vacunas no se refleja en el ánimo de los inversores
Ana González es una sofisticada diseñadora gráfica de 41 años que vive con su pareja y la hija de ambos en un precioso apartamento de techos altos y balcones franceses en el centro de Madrid. Melómana y cultivada —las estanterías de su casa están abarrotadas de discos y libros—, no es el tipo de persona que difundiría teorías de la conspiración a través de grupos de Whatsapp.
Y, sin embargo, reconoce tener dudas acerca de las vacunas que se han desarrollado para luchar contra el Covid-19.