El caso de Gamestop (GME) ha tenido todos los elementos para ser, aparentemente, una película de acción. Las películas de acción gustan porque las tramas son simples, los personajes arquetípicos y todos sabemos cómo acabarán. Su objetivo no es hacernos pensar sino hacernos pasar un buen rato.

A día de hoy, la historia de GME ya nos la sabemos todos: una cadena de tiendas de videojuegos venida a menos, y cuyo valor en bolsa está en mínimos presionado por hedge funds bajistas, ve como su valor gira al alza debido a la llegada Ryan Cohen, exitoso fundador de la tienda online Chewy.