Desde hace pocos años términos como digitalización, finanzas sostenibles, o compliance han pasado a formar parte del léxico de los profesionales del sector, que han tenido que adaptarse a la demanda y los cambios del mercado. La formación no es una excepción y universidades y escuelas de negocio han innovado en el contenido de los programas aunque sin olvidar sus raíces.
Catalizadores de la globalización, los mercados financieros y, por extensión, los profesionales que trabajan en él se han convertido en unos de los máximos ejemplos de darwinismo: no sobreviven los más fuertes, sino quienes mejor se adaptan. Universidades y escuelas de negocio no quedan exentas de los avances que se han producido en el mundo de las finanzas, cada vez más digitalizado, más sostenible, más internacionalizado y con nuevos actores.