El escenario económico se complica, especialmente para los millones de españoles que tienen sus ahorros en depósitos y cuentas que hace tiempo dejaron de remunerar. Cerca de un billón de euros están depositados en estos instrumentos financieros con la falsa creencia de que están a salvo de los vaivenes del mercado, en definitiva, de las pérdidas.

Nada más lejos de la realidad. Con una inflación al 4 por ciento y sin perspectiva de retroceder en los próximos meses, ese ahorro peligra. Cada día que pasa pierde poder adquisitivo. El ahorrador no lo percibe, porque la inflación es un enemigo silencioso, implacable, una bestia económica, como advertimos hace más de un año en INVERSIÓN. Acaba devorando el dinero aparcado en depósitos y cuentas.