El epicentro mundial de las estafas bancarias
El Reino Unido se convierte en un banco de pruebas global de los fraudes financieros
Fue un correo electrónico en el que se ofrecía un descuento en un cepillo de dientes eléctrico lo que inició la secuencia de acontecimientos que arruinó la vida de Anna.
A los pocos minutos de introducir los datos de su tarjeta, recibió una llamada de su banco comunicándole que se estaban realizando operaciones fraudulentas. Al día siguiente, Robert Clayton, de la Autoridad de Conducta Financiera británica, la llamó para informar de que estaban persiguiendo a los delincuentes responsables, pero que sus ahorros estaban en peligro.