Al patrimonio personal siempre hay que prestarle atención. Por muy pequeño que sea, lo que tanto trabajo ha costado construir no puede estar desatendido. Y más en estos momentos, en los que se está produciendo un cambio muy radical en el mundo del ahorro del que no es recomendable permanecer al margen.

Con una inflación al 5,5 por ciento no tiene sentido canalizar el ahorro a través de productos que hace tiempo dejaron de ser rentables. Es necesario posicionarse en otros activos con los que se pueda conseguir los objetivos marcados a largo plazo.