El capital privado ha puesto el foco en la España vaciada, como demuestra el lanzamiento de diversos productos que invierten en las regiones más despobladas del país y que prometen atractivas rentabilidades de dos dígitos. 

Un ejemplo es el fondo Beka & Bolschare Iberian Agribusiness, con un objetivo de captación de 300 millones de euros y una rentabilidad estimada del 13 por ciento neta para el inversor. Se trata de un proyecto de Beka Asset Management que pretende identificar una zona desfavorecida de la España vaciada y, a partir de ahí, avanzar en distintas líneas de trabajo. «La primera actuación consiste en arrendar parcelas, donde se modernizarán los sistemas de regadío, se establecerán cultivos que permitan tener una producción continua a lo largo del año y se formará a los agricultores en nuevos cultivos, técnicas de regadío y herramientas digitales para mejorar la producción. Adicionalmente, se van a crear industrias locales de transformación agroalimentaria para avanzar en la cadena de valor del producto y se va a invertir en comunidades energéticas», explica Borja de Roda, director senior de Beka Asset Management.