El lento despegue de los aerotaxis
La falta de un marco regulatorio impide que las compañías pongan en funcionamiento la flota que tienen preparada
Los taxis aéreos se están haciendo esperar más de lo previsto. Aunque es posible encontrar viejos titulares de prensa que anuncian esta realidad para 2020 o para 2022, todo parece indicar que el sueño de descongestionar el tráfico urbano gracias a este medio de transporte no cristalizará en los próximos 12 meses (sino bastante más adelante).
Aunque eso no quiere decir que no se estén produciendo avances en este sentido. Todo lo contrario. A nivel global, la inversión en este negocio se ha multiplicado por treinta desde 2019 con 6.500 millones de dólares fluyendo hacia los fabricantes de eVTOL (acrónimo de ‘electric vertical takeoff and landing aircraft’ o aeronave eléctrica de despegue y aterrizaje vertical) y a los promotores de infraestructuras para su funcionamiento (los llamados vertipuertos).