Ferrovial se entrega a Erdogan
Erdogan pretende salir de la crisis con medidas que perjudican a las empresas españolas. Pero el riesgo y sus promesas seducen...
Las medidas económicas heterodoxas impulsadas por Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, fallaron y han llevado al país a una crisis financiera azuzada por una creciente inflación interanual, que roza el 48 por ciento, y se sitúa en máximo de 20 años; una lira volátil, que perdió el año pasado un 45 por ciento de su valor frente al dólar norteamericano, y una constante bajada de tipos de interés (cuatro veces en 2021 hasta frenarse en el 14 por ciento), cuando la mayor parte de las economías mundiales optan por empezar subirlos para combatir una inflación en ascenso.
El argumento que esgrime Erdogan para justificar su querencia por los tipos baratos es poco ortodoxo. Estima que unos tipos de interés más bajos pueden reducir la inflación y aumentar las exportaciones, la producción y el crédito. Es una visión contraria a la teoría económica y errónea a juicio de Ima Sammani, analista de Monex Europe. «Hasta ahora, la bajada de tipos no ha hecho más que aumentar las expectativas de inflación y debilitar la lira, debido a que los inversores temen que el valor de sus activos se esfume».