Los economistas ya han hecho el inventario de lo que traería un escenario de estanflación. La economía entraría en una espiral perversa que provocaría el desplome del consumo primero y después, según apunta el economista Miguel Ángel Bernal, se produciría un incremento del desempleo y «empeoramiento de las condiciones laborales, porque se presupone el origen de futuras quiebras en las empresas». 

Ya de por sí sola, la inflación es suficiente para hundir la economía, explica Javier de la Nava, profesor de macroeconomía de Udima, quien recuerda que los precios se han disparado hasta el 7,4 por ciento (y la subyacente está en el 3 por ciento) porque «el efecto inmediato de la inflación es la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores», explica de la Nava.