La maldición de Terra
EDITORIAL ● Dos décadas después, los inversores sufren un episodio similar al que protagonizó Terra, la filial de Telefónica
La historia siempre se repite. Eso es lo que los inversores pensarán cuando han visto la masacre sufrida por la criptomoneda terra. Su nombre, ya de por sí, evocaba los peores recuerdos en el mercado. Hace poco más de dos décadas, Terra, la filial de Internet de Telefónica, se convertía en el epicentro de la burbuja puntocom en España.
Tras salir a bolsa en noviembre de 1999 a un precio de 11,81 euros por acción, se disparó hasta los 157 euros unos meses después. Pero con la misma velocidad cayó hasta la casilla de salida cuando la burbuja tecnológica estalló.
Su desplome dejó un reguero de pequeños inversores atrapados en un mar de pérdidas. Lo mismo ha sucedido ahora con la criptomoneda terra. Su caída, todavía más repentina que la de la compañía de Internet, ha dejado en shock a sus criptoinversores. Perdió casi todo su valor en prácticamente 24 horas.
Los dos episodios, con 22 años de diferencia, tienen en común que los inversores no sabían dónde se metían. Desconocían qué era la compañía de Internet y ahora en qué consistía este proyecto criptográfico.
Entraron atraídos por la posibilidad de ganar un dinero facilón, al calor de unas revalorizaciones que parecían imparables. Pero la historia se repite y la maldición de Terra seguirá presente mientras los pequeños inversores vuelvan a caer en los mismos errores.