Las acciones se han situado próximas al territorio de mercado bajista. Los bonos han sufrido grandes caídas de precios. Las divisas extranjeras se han desplomado respecto al dólar estadounidense. Las criptodivisas, las SPAC y otros activos de especulación se han hundido. Sin embargo, las materias primas han estado de enhorabuena.  

El índice Commodity Spot ha repuntado un 33 por ciento este año mientras que los precios de la energía, los metales y la agricultura han experimentado grandes ganancias. Los inversores, espantados ante la escalada de la inflación, el incremento de los riesgos geopolíticos y la acumulación de pérdidas en cartera, están recurriendo a los fondos cotizados de materias primas para cubrir sus carteras.