No es muy habitual ver en una lista de acciones globales para invertir la presencia de compañías españolas. Durante mucho tiempo los gestores han ignorado la bolsa española, en sus carteras era casi imposible encontrar valores del IBEX 35 o del Mercado Continuo.

Por eso, en este escenario tan complejo como adverso pocos esperaban esta fortaleza de las compañías españolas, que han evitado el contagio de los desplomes registrados por la bolsa estadounidense.

De los 20 valores seleccionados en este número para el verano, cinco son españoles (Almirall, BBVA, Caixabank, Grifols y Telefónica) y todos tienen argumentos de peso para subir o seguir subiendo, según el caso.

De ellos, hay dos que despiertan este ejercicio un desbordante optimismo: Caixabank, a raíz sobre todo de la presentación de su plan estratégico, que ha tenido una excepcional acogida, y Telefónica, que después de numerosos ejercicios de decepciones, vuelve a recuperar la confianza de los inversores.

Hasta el punto de que algún analista ha llegado a decir que «este es el año del Grupo Telefónica».

Una de las ventajas que tienen los valores españoles para ser seleccionados es que los gestores, en la búsqueda de rentabilidad, ya no tienen en cuenta el país de procedencia. Lo importante es la compañía, da igual su nacionalidad.