Inversores criptoconfundidos
EDITORIAL ● El que cerca de la mitad de los inversores españoles crean que las criptomonedas están reguladas es preocupante
Los chiringuitos financieros siempre han estado ahí, al acecho de los inversores más incautos o más codiciosos. A pesar de la presión de los organismos reguladores a nivel mundial, siempre han ido un paso por delante. Cuando eran detectados, casi siempre era demasiado tarde. Su trabajo de desplumar a los inversores ya estaba hecho. Y cambiaban de nombre y de lugar donde operar para seguir captando víctimas.
Ahora, con la irrupción de las criptomonedas, las entidades que no cuentan con autorización para prestar servicios de inversión viven una nueva edad de oro. Tienen todo a su favor. La tecnología, un activo que despierta pasiones, sobre todo entre los más jóvenes y el hecho de que esta inversión no esté regulada por ley ni supervisada por ninguna institución, aunque casi la mitad de los españoles no lo sabe. Campo libre. El crecimiento ha sido tan grande en los últimos años, que el 90 por ciento de los chiringuitos financieros se han reconvertido y son actualmente criptochiringuitos.