Las gangas de la crisis
LEGADO ● La crisis de los mercados bursátiles de los países del sudeste asiático en 1997 tuvo un fuerte impacto en las bolsas a nivel mundial, que durante numerosos días buscaban su suelo
Nervios, incertidumbre, indecisión. Estas eran algunas de las sensaciones experimentadas por muchos inversores en octubre de 1997. La crisis de los mercados de los países del sudeste asiático hacia estragos en las acciones a nivel global.
La corrección tan temida y augurada durante los últimos años se producía al final. Las cotizaciones llegaron a retroceder más de un 20 por ciento desde los máximos alcanzados el 1 de octubre. Los inversores que habían entrado durante los últimos meses en el mercado tenían que soportar ahora fuertes pérdidas.
Tras estas caídas, aparecían numerosos interrogantes por el horizonte. Preguntas que se hacen los inversores al inicio de las crisis. ¿Las cotizaciones habían soportado ya toda la corrección? ¿Se estaba ante el final del mercado alcista del que habían disfrutado los inversores en los últimos años?
Si fuera así, ¿se debía abandonar la renta variable o había valores atractivos para épocas de crisis? ¿cómo responderían los mercados de renta fija y de divisas a esta inestabilidad desatada en la renta variable?
Con todos estos interrogantes, las prisas son malas consejeras porque pueden pasar factura a las carteras. Pero estas situaciones, explicaba la revista Inversión, eran también idóneas para pescar alguna buena ganga con la vista puesta en el medio plazo.
La clave estaba en no apresurarse. Porque la volatilidad iba a continuar y el mercado volvería a registrar caídas en los precios. Pero si la vista estaba puesta en el medio plazo, seguramente surgirían oportunidades de adquirir valores a precios interesantes.