Rimas y leyendas del inmobiliario
ANÁLISIS ● El inmobiliario español navega entre diferentes corrientes de confluencia incierta. Hay quien quería ver algo de burbuja donde, simplemente, se documentan tensiones de oferta
Como en la obra de Gustavo Adolfo Bécquer, la inversión inmobiliaria está llena de rimas y leyendas. Seguramente habrá oído en su vida muchas veces aquello de que invertir en ladrillo siempre es una apuesta segura. Incluso algunos lo consideran la única forma segura de riqueza a largo plazo. Recordamos dichos como «a casa del amigo rico, irás siendo requerido, y a casa del necesitado, iras sin ser llamado». O «A lo lejos mirar y en casa quedar».
La vivienda es un fenómeno de inversión único y su oferta es una de las cuestiones esenciales para garantizar su equilibrio. El problema es que la oferta inmobiliaria es algo rígida porque las viviendas no se hacen en dos días y, sin embargo, la demanda aumenta con cada generación que se incorpora al mercado de trabajo, con el atractivo inversor y con la ausencia de opciones alternativas de colocación de liquidez.