Los CIO lo tienen claro: es momento de ser tácticos
Los directores de inversión (CIO) perciben valor en la renta fija. También en la bolsa, aunque creen que conviene extremar la precaución con la renta variable tras el fuerte rally de comienzos de año
Los mercados financieros viven un momento de exuberancia tras cerrar uno de los peores ejercicios que se recuerdan. La bolsa europea se dispara un 12 por ciento en pocas semanas, mientras la renta fija multiplica su rentabilidad en un entorno de subidas de los tipos de interés.
Sin duda, se trata de unas condiciones de trabajo mucho más fáciles para los directores de inversión. «Hemos pasado de un escenario, en 2022, donde el mercado había descontado el peor de los contextos posibles (recesión e inflación). Y, poco a poco, en la recta final de 2022 y principios de este año estamos viendo que la cosa no va a quedar tan mal», explicó Álvaro Galiñanes, CIO de Santander Private Banking.
«Estamos en un entorno que es mucho mejor de lo que parece y mucho menos malo de lo temido», confirmó Rafael Alonso, analista de Bankinter.
Si bien, las incertidumbres no han desaparecido de la ecuación, como estos mismos expertos se encargaron de recordar durante el último Foro CIO Summit (el noveno), organizado recientemente por la revista Inversión y Abrdn.
Exuberancia ¿irracional?
Para empezar, les preocupa que el mercado pueda sufrir un correctivo por haber descontado demasiado pronto una moderación de la inflación y un cambio en las políticas de los bancos centrales (tan pronto como a finales de este año).
«La Fed va a estar muy atenta a cualquier presión inflacionista y nos cuesta pensar que vaya a bajar tipos en el corto-medio plazo», apuntó Jaime Garrido, director de mercados y estrategias de inversión de Caixabank AM.
Alonso coincidió con él: «La inflación es pegajosa. Hay factores estructurales detrás. Los riesgos geopolíticos, por ejemplo, son inflacionistas. Cuando Corea del Norte lanza misiles a través del espacio aéreo de Taiwan, eso obliga a desviar el transporte, por lo que tiene un impacto en los costes de producción y, finalmente, en el precio».
Por todo ello, los CIO aconsejaron no lanzar las campanas al vuelo. «Es demasiado pronto para cantar victoria», resumió Garrido.
Pero, entonces, ¿cómo se debe afrontar este año desde la perspectiva del inversor?
En general, los tres directores de inversión congregados en el foro coincidieron en señalar que 2023 es un ejercicio para ser tácticos.
«Todos los años son complicados pero este, en concreto, hay que estar muy táctico en el sentido de que, aunque tengamos planteada una estrategia de medio plazo, nos podemos encontrar con algún susto. Porque la parte geopolítica no hay que desdeñarla y va a tener un impacto inmediato en los mercados. Es un año táctico como ninguno», explicó Galiñanes.
Para afrontarlo, el inversor debe ir «monitorizando» todo lo que ocurra en el mercado y fuera de él para ir «corrigiendo el tiro» respecto al escenario base, añadió Garrido.
Alonso lo resumió así: «Pongamos las luces largas. Vamos conduciendo con niebla, por lo que hay que tener cuidado».
Valor en la renta fija
Además de aconsejar a los inversores que mantengan los reflejos alerta, los directores de inversión presentes en el Foro CIO Summit también dieron algunas claves sobre el posicionamiento que actualmente ven más adecuado.
En general, coincidieron en señalar que la renta fija ofrece valor en el momento actual.
«Por primera vez en mucho tiempo (casi una década), los bonos vuelven a tener su función», dijo Alonso.
«Desde el punto de vista de la renta fija, es fácil ganar dinero porque viene de estar destruida y con una pérdida de valor tremenda», añadió Galiñanes.
En concreto, este experto explicó que en Santander Private Banking han alargado los plazos e incrementado el riesgo. «Hemos decidido aumentar las duraciones sin volvernos locos e irnos un poco a la parte de mayor riesgo: crédito o high yield», especificó.
Eso sí, esta estrategia «hay que revisarla a muy corto plazo», antes de tres meses, «porque todo puede girar 180 grados» y hacer que nos encontremos «en una situación más comprometida», avisó.
En el caso de Bankinter, han diseñado una estrategia «relativamente prudente», con exposición a tramos cortos y medios. Eso quiere decir en torno a dos años en deuda soberana y hasta cinco en crédito. «En deuda corporativa tomamos duraciones más largas porque, al contrario que en épocas pasadas, la situación es muy buena», relató Alonso.
«En renta fija, donde vemos más valor es en gobiernos», especificó por su parte Garrido.
En renta variable, en cambio, la prudencia dominó el discurso de los CIO. «Pensamos que 2023 es un año de bolsa también. Pero aquí hay un problema de velocidad. En mes y medio te encuentras la bolsa europea subiendo un 12 por ciento y lo que cabe esperar ahora es que haya dientes de sierra, tomas de valor», opinó Alonso.
«Gran parte de la subida nos la hemos comido en el mes y medio largo que llevamos de año», coincidió Galiñanes.
Por eso, Garrido apuntó: «El 1 de enero fue el momento de comprar índices. Ya no. Ahora hay que bajar un peldaño e ir a los sectores que se benefician del entorno actual. Porque la renta variable vive ahora mismo en una fiesta y, a lo mejor, se está equivocando. Los datos económicos no invitan a mucho optimismo».
Jugar los semiconductores y la reapertura de China
Los directores de inversión presentes en el foro CIO lanzaron algunas ideas concretas de inversión. Rafael Alonso, de Bankinter, por ejemplo, opinó que «los semiconductores están muy baratos» y abogó por centrarse en empresas que se beneficien de las subidas de tipos, como los bancos europeos; o que resistan bien las presiones en los márgenes, como el lujo.
La reapertura de China es otra temática que podría funcionar en 2023 y que se puede jugar por la vía de las materias primas, según Jaime Garrido, de Caixabank AM.