Alimentar y descarbonizar
Si se quiere cumplir con el Acuerdo de París y garantizar comida y agua, habrá que alimentarse con nuevos productos
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, abrió mal un debate: el de cómo reconducir las costumbres alimenticias; pero el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo cerró todavía peor.
Resultó escalofriante asistir a como dos políticos que ondean la bandera de la lucha contra el cambio climático son incapaces de estimular a la opinión pública sobre los mayores retos que debe resolver la humanidad: alimentar y descarbonizar.
Es reconfortante, por el contrario, comprobar como la industria financiera sí piensa en estos quehaceres desde hace años. Tiene perfectamente detectados los problemas y, por tanto, las oportunidades.
El consenso de esta revista señala que, si se quiere cumplir, no sólo con los objetivos del Acuerdo de París sobre emisiones, sino también garantizar comida y agua potable, habrá que alimentarse con nuevos productos. Parece inevitable.
El éxito de las cotizadas, fondos y de las inversiones del capital riesgo en la alimentación del futuro es elocuente y responde a la pregunta «¿Y si Garzón tuviera razón?». Los inversores, en parte, se la dan.