Covid-19. España frente a sus patologías subyacentes
Cumplido medio año desde el "gran confinamiento" del Covid-19, la frustración ha sustituido a la solidaridad
Nadie sale ya a los balcones cada tarde a las ocho. No es que los españoles se hayan olvidado del personal sanitario, de las fuerzas de seguridad o de los trabadores esenciales a los que se vitoreaba a diario en primavera. Lo que ocurre es que, cumplido medio año desde el «gran confinamiento», la frustración ha sustituido a la solidaridad.
Mientras duró el estado de alarma, el talante de la sociedad pareció situarse por encima del fragor de la política. Tras el extraño primer verano de la "nueva normalidad", el otoño que comienza muestra que el enconamiento de la política ha hecho mella en ánimo colectivo. La certeza creciente de que nada va a ser igual contiene el germen de una reacción social creciente a medida que los daños se hagan patentes.