DeepSeek hizo cundir el pánico en Silicon Valley al demostrar que se podía construir una inteligencia artificial (IA) potente con un presupuesto mínimo. En algunos aspectos, era demasiado bueno para ser verdad. Pruebas recientes han demostrado que los modelos de IA de DeepSeek son más vulnerables a la manipulación que los de sus competidores más caros de Silicon Valley.

Esto pone en tela de juicio toda la narrativa de David contra Goliat sobre la IA «democratizada», que ha surgido a raíz del avance de la empresa. Los miles de millones de dólares que OpenAI, Google (Alphabet Inc), Microsoft Corp y otros han gastado en la infraestructura de sus propios modelos no parecen tanto una inflación corporativa como el coste de ser pioneros en la carrera de la IA y mantener el liderazgo con servicios más seguros. Las empresas deseosas de probar la herramienta de IA barata deben pensárselo dos veces antes de lanzarse.