Del cibercrimen a la singularidad
El miedo existencial lo genera el advenimiento de la singularidad: el momento en que la inteligencia artificial supere al control humano
Paige A. Thompson tenía 33 años en 2019 y estaba desempleada. Vivía en Seattle, sede de Amazon, donde había trabajado como ingeniera informática. Su entorno sabía de sus problemas mentales y de su carácter antisocial. Las autoridades también la conocían. Había protagonizado varios episodios de acoso y de amenazas. Ni sus allegados ni la policía la tomaban muy en serio.
En julio de ese año, Paige perpetró uno de los mayores robos de datos personales que se conocen: 180.000 identidades de la seguridad social y 80.000 números de cuentas corrientes hackeados a Capital One, uno de los principales emisores de tarjetas de crédito de los Estados Unidos. Paige será juzgada el mes que viene. Mientras tanto, Capital One lleva gastados más de 200 millones de dólares para reparar los daños que Paige ocasionó.