Los datos son contundentes si se analiza el comportamiento de las bolsas de Italia y España con Draghi y Sánchez al frente de sus respectivos Gobiernos. El MIB de Milán repunta un 23 por ciento desde que el expresidente del BCE accedió al poder, mientras que el IBEX 35 se queda en un 11 por ciento. Draghi dobla a Sánchez. 

Los expertos exponen en este número los motivos por los que los inversores confían más en un mercado que no hace mucho estaba prácticamente desahuciado.

La llegada de Draghi al cargo de primer ministro ha dado al mercado italiano la estabilidad que le faltaba. Los inversores se tranquilizan al ver al frente del país a un perfil muy valorado, conocedor, como pocos, del terreno donde pisa. Una garantía para gestionar con criterio y sentido común los fondos europeos que llegarán a Italia.

En Sánchez ven todo lo contrario. España no es ahora un lugar cómodo para invertir. Lo mismo intervienen el sector eléctrico que aplican una tasa Tobin que está desangrando la negociación de los valores del IBEX. Por no hablar de leyes como la de Vivienda, que deja con muchas dudas a los actores del sector inmobiliario.

Las medidas que adopta Draghi van encaminadas a reducir las incertidumbres, a dar seguridad jurídica a los inversores. En España sucede lo contrario.