En el podcast ‘Hechos relevantes’ de finanzas.com, la CIO de Tressis, Virginia Pérez, le contaba a Ismael García Villarejo que las llamativas imágenes de las colas en el Banco de España para comprar letras del Tesoro eran consecuencia de la «ansiedad» de los ahorradores. Han estado tantos años secos, sin ninguna alternativa que remunerara el patrimonio que, en cuanto han visto un destello de rentabilidad, se han lanzado a por ella. Sin cuestionarse nada.

El conocido como efecto rebaño no se da solo en la bolsa, también en la renta fija, donde los inversores se han comportado como un bloque, sin nadie que se atreva a hacer algo diferente que el resto. Hasta los mismos plazos de inversión replican, sin pararse a pensar cuál es el que más le conviene.

Esto no quiere decir que invertir en letras del Tesoro sea una decisión equivocada. Al contrario, hablamos de un producto seguro y rentable, aunque sus ganancias estén lejos del nivel que marca la inflación. La cuestión es que, afortunadamente, en estos momentos y a diferencia de años atrás, hay otras opciones más rentables. Y hay gente que, por circunstancias personales, necesitan arañar un poco más de rentabilidad a sus inversiones. Podrían explorar en otros activos.

¿Cuál es la solución para acertar ahora? El asesoramiento financiero. Es el que marca la barrera entre las buenas y las malas inversiones.