El maná de la deuda pública
EDITORIAL ● Los ahorradores limpian sus cuentas bancarias para abrazar las letras y los bonos del Tesoro
Los primeros síntomas de nerviosismo ya se detectan en las sucursales bancarias. Los directores de oficinas asisten en las últimas semanas a una limpieza de sus cuentas por parte de un buen número de ahorradores.
También han visto cómo sus clientes han desinvertido en los diferentes activos donde tenían depositado su ahorro, dejando la que era una estrecha relación con su banco en una presencia testimonial. ¿Y dónde ha ido ese dinero? Al maná de la deuda pública, al bálsamo con el que los ahorradores pretenden curar las heridas abiertas tras tantos años sin contar con un activo sin riesgo con el que poder rentabilizar su patrimonio.