El mercado a vigilar
EDITORIAL ● Lo ha dicho Luis de Guindos. El mercado de derivados de materias primas es el único que hay que vigilar de cerca en estos momentos
El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, es un hombre de mercado. Ha dedicado su vida profesional a ello hasta su salto a la política. Por eso ve más allá que otros miembros del banco central, incluida su presidenta Christine Lagarde, y no duda en advertir dónde está el peligro.
Y el peligro está en el mercado de las materias primas, en el que ha detectado un incremento de las peticiones de más garantías para operar y dificultades para cumplirlas.
La economía global mira a las materias primas, cuya escasez y dificultades para distribuirse alimenta todavía más al monstruo de la inflación. La volatilidad de los precios ha incrementado la tensión en ese mercado y eso es lo que el BCE está obligado a vigilar ahora.
Pero que nadie se engañe. A esta situación hemos llegado también por la falta de respuestas, tanto de los gobiernos como de los reguladores, que han preferido escudarse en que el impacto sería «temporal» para no actuar. El fuerte incremento y la escasez de las materias primas no ha surgido de pronto, de la nada.
Ya llevaban más de un año distorsionadas y lo que ha hecho la guerra de Putin ha sido amplificar un problema que estaba ahí. Y la magnitud alcanzada se entiende cuando el Gobierno de Sánchez cambia el «Vuelta usted mañana» de Larra por el «Vuelva usted en 15 días», si quiere que el Ejecutivo resuelva el problema.