En unos momentos en los que los inversores se plantean la capitulación, es decir, vender sus activos a cualquier precio con tal de salvar lo poco que quede, es lógico que exploren nuevas oportunidades de inversión para cuando llegue la calma.

Y en el horizonte aparece la infertilidad. El gran problema de los países desarrollados, con España a la cabeza, se perfila como una gran temática inversora para los próximos años, como una de las próximas megatendencias a tener presente en las carteras.

El despegue está próximo. El capital riesgo ha sido el primero en detectarlo y ya ha protagonizado operaciones sonadas, como la compra por parte de KKR del antiguo Instituto Valenciano de la Infertilidad. La apuesta es clara por parte del capital privado, porque está obteniendo un rendimiento del 9 por ciento anual.

Detrás vendrá la salida a bolsa de un buen número de compañías y el lanzamiento de fondos de inversión que tomen posiciones en ellas.

Hasta ahora, las opciones son muy reducidas. Entre las cotizadas, las más conocidas son la sueca Vitrolife y la china Jinxin Fertility Group. En fondos pasa lo mismo, aunque en el caso de España somos pioneros, ya que contamos con uno específico de esta temática. Una nueva oportunidad prepara el despegue.