¿España va como un cohete? Felipe González y Alfonso Guerra responden y tienen razón

Felipe González y Alfonso Guerra responden a Susanna Griso: “El problema no es el PIB, sino la distribución de la riqueza”. Treinta años de datos económicos les dan la razón

Felipe González, Susanna Griso y Alfonso Guerra durante la entrevista en 'Espejo Público'.

Felipe González y Alfonso Guerra analizaron el momento económico de España durante su primera entrevista conjunta en televisión. Fue el jueves en Espejo Público y a preguntas de Susanna Griso abordaron el debate sobre si “España va como un cohete”. Varios organismos revisan a mejor el crecimiento económico del país y el Gobierno de Pedro Sánchez hace bandera de ello.

“El problema no es el PIB”, se arrancó González. “El problema es la distribución de la riqueza”, apuntilló. Su mítico número dos en el Gobierno, Guerra, coincidió y señaló que no es sólo una característica de España: “Los gobiernos de todo el mundo únicamente se preocupan por la tasa de crecimiento, pero no de cómo hacer llegar ese crecimiento a las familias”.

España se parece más a los EEUU que al resto de Europa 30 años después de González

Ambos políticos están ampliamente reconocidos desde el mundo económico como los padres de la clase media española. Los gobiernos socialistas de mediados de los ochenta y principios de los noventa se esforzaron en una política de redistribución que permitió que los españoles mejoraran sus ingresos.

Sus decisiones también procedían de otros ámbitos, no sólo del fiscal, y encontraron en la educación pública otro apoyo para esta transformación socioeconómica del país. Fue el llamado “ascensor social” por el que se cumplió la regla de que las siguientes generaciones vivirían mejor que la precedente.

Guerra insistió en la idea ante las repreguntas de Griso: “Defender que las personas con la renta más baja sigan teniendo la renta más baja y al revés no es socialismo”. “Debemos asegurarnos –continuó— de que eso pueda cambiar”.

Dos grandes crisis como prueba

Los países que distribuyen mejor la riqueza se reconocen por que tiene a su mayor porcentaje de población instalada en los tramos de ingresos asignados por la OCDE a la clase media, de acuerdo con los investigadores de la Universidad de Alcalá. En España estas horquillas se traducen en euros a entre 11.261 y 30.030 por persona.

Es importante no confundir estos números con los salarios ya que esos cálculos surgen de sumar los ingresos de una familia y luego dividirlos por el número de personas que viven bajo un mismo techo.

Y este contexto económico es el que da la razón a González y Guerra. Un PIB potente (por encima del 2%) no significa necesariamente que sea “bueno”, según explicó el economista Javier Santacruz en el Foro Inversión Asesores Financieros. La crisis financiera que vino tras la implosión de Lehman Brothers (2008) y la que desencadenó el Covid-19 lo demuestran.

El actual ritmo de crecimiento económico, superior al 2,5%, ya se dio en los últimos años de José Luis Rodríguez Zapatero. Sin embargo, España fue uno de los países que más sufrió. Entre 2006 y 2010 la clase media-baja se deterioró tres puntos (del 37 al 34%), los mismos que subió la baja (del 28 al 31%). En ese mismo periodo, las rentas altas se mantuvieron estables. Incluso las consideradas muy altas crecieron: del 8 al 9%.

Este patrón siguió acentuándose con Mariano Rajoy. Al final de su primera legislatura completa se produjo algo inaudito: había más rentas bajas que medias-bajas por primera vez en España (33% frente al 31%). La distribución social (y de la riqueza) hacía aguas a pesar de los PIB acumulados durante la última legislatura de José María Aznar y los años de Rodríguez Zapatero.

De hecho, los primeros síntomas de desgaste arrancan en los 2000. Nunca como a principios de siglo ha habido una clase media tan numerosa en España. La caída empezó, por tanto, desde máximos.

El origen de las desigualdades

Desde ese momento y hasta 2020, últimos datos totalmente cerrados y analizados a fondo, este grupo de personas se ha reducido en ocho puntos. La brecha se detecta, además, en los gastos familiares: para las personas con menos ingresos, la vivienda, comida y suministros supone de media el 60% del presupuesto; mientras que en las casas más adineradas estas partidas apenas llegan al 40%. Este contrasentido explica las crecientes desigualdades en España, siendo la vivienda el problema más sangrante.

Eso “sólo se resuelve con edificación pública”, insistió Guerra. El ex-vicepresidente recordó que la prioridad de los gobiernos González fue esa, “levantar bloques”. Si un ministro de vivienda “no levanta bloques, no está haciendo su trabajo”.

Guerra señaló en el programa de Griso que la construcción pública de pisos cayó “con los traspasos autonómicos”. La periodista recordó cifras del Banco de España según las cuales hay un déficit de 700.000 viviendas en España. “Pues habrá que empezar a hacerlas”, concluyó su invitado.

España, como EEUU

La distribución de la riqueza en el contexto europeo también se mide con las comparaciones entre países. Y la “España que va como un cohete”, según el Gobierno, ha caído por debajo de la renta media europea. Hoy los españoles tienen una renta el 90% que el promedio de sus vecinos continentales. Este desplome, cavado tras la pandemia, ha devuelto al país al grupo de socios que pueden pedir fondos de cohesión.

Casi tres décadas después de que González traspasara el poder en la Moncloa, la España de hoy se parece más a los Estados Unidos en distribución de riqueza que al resto de Europa. Y ello a pesar de los PIB.

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