La derrota de Occidente
Los Estados Unidos afrontan con emociones encontradas el abrupto final de su aventura en Afganistán. La opinión pública, que en abril apoyaba mayoritariamente -un 69 por ciento- la retirada total de sus tropas, condena ahora, en la misma proporción, la manera en que se ha producido. En términos geopolíticos, el descalabro con que concluyen dos décadas de intervención representa un durísimo golpe al prestigio de la mayor potencia militar y económica de la historia.
El perímetro del fracaso, sin embargo, es mucho más amplio e incluye a la OTAN, a la Unión Europea y a toda la arquitectura internacional representada por el término «Occidente». Y, por tanto, a España.