Más de la mitad de la población mundial ha ido a las urnas durante 2024. Sin embargo, creo que no es exagerar escribir que las elecciones para decidir el nuevo inquilino de la Casa Blanca en Washington han sido las que han captado más atención. También son las que más han influido sobre nuestras perspectivas para 2025. Claramente hay un antes y después.

El próximo año promete ser un volátil. La victoria de Donald Trump puede desviar algunas de las expectativas macroeconómicas esperadas y llegar a crear más riesgos de cola. En particular, vemos posibilidades en el mercado americano en general, pero en algún momento, las políticas del presidente republicano, si sigue su plan propuesto, crearán más atención sobre el déficit y en cuanto avance el año, vigilaremos de cerca los datos de inflación.