China: el gran salto hacia atrás

Xi Jinping redobla el control del partido sobre todos los aspectos de la vida de las personas, las empresas y las instituciones chinas

Una vieja convención afirma que las elecciones estadounidenses son el acontecimiento más importante en el que el resto del mundo no puede votar. Xi Jinping encara su tercer mandato al frente de su país empeñado en que el Congreso del Partido Comunista Chino (PCC) sustituya cada cinco años a las presidenciales norteamericanas como el hito más trascendente para la política global. Con una significativa diferencia: en China no solo se le impide votar al resto del mundo; tampoco lo pueden hacer los 1.400 millones de chinos. 

El XX Congreso de Partido Comunista Chino (PCC) comenzó el pasado fin de semana en el Gran Palacio del Pueblo de Beijing con la liturgia habitual. Los 2.300 asistentes, miembros de la vastísima red capilar que controla todos los aspectos de la vida china, acogieron con la acostumbrada unanimidad a su secretario general y a la cúpula comunista, que lo es también del país. 

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