Cómo cargarse un país
ANÁLISIS ● El problema de fondo de la política británica no es el brexit, ni la polarización del electorado, ni el debilitamiento de la economía. El error fue el poder acumulado por Johnson
El Reino Unido, otrora ejemplo de estabilidad y solidez institucional, estrena su tercer primer ministro en dos meses. Rishi Sunak, ex ministro de Hacienda, cuya dimisión en julio precipitó la salida de Boris Johnson, ha recibido el apoyo mayoritario del mismo partido que, en septiembre, prefirió sustituir al líder caído por la nefasta Liz Truss. Solo para defenestrarla 44 días después.
Los mercados, la atribulada opinión pública y dirigentes mundiales desde Bruselas a Sidney acogieron con alivio la rapidez con la que los conservadores británicos han cerrado –de momento, al menos— la crisis provocada por los escándalos de Johnson y por la delirante incompetencia de Truss.