El apagón industrial de España
Los disparados precios de la electricidad se reducen a un problema de competitividad y estrategia: ¿quiere España una industria fuerte?
Diego Ibáñez es un pequeño empresario de 46 años que lleva 20 al frente de Ibaglass, la cristalería que él y su hermano heredaron de su progenitor, en Almería. Cuenta que, en estas dos décadas, ha habido momentos mejores y peores pero nunca había visto semejantes precios en la factura de la luz. «Se nos ha triplicado», se queja.
Ibáñez lucha para no trasladar ese incremento de los costes al precio final de los productos pero asevera que sus proveedores ya lo están haciendo, lo que le supone un recorte aún mayor de los márgenes.