La geopolítica que amenaza la recuperación

La economía mundial está cada día más sometida a la rivalidad entre países

¿Qué tienen en común los últimos resultados trimestrales de Apple y el precio del gas natural en España? La pregunta suena a juego de mesa, pero su respuesta induce a todo menos a una sonrisa. Ambos están fuertemente condicionados por tensiones geopolíticas. El cada día mayor sometimiento de la economía mundial a la rivalidad entre países —sean potencias globales como China y los Estados Unidos, o regionales como Argelia y Marruecos— lleva camino de convertirse en un fenómeno estructural capaz de frenar la recuperación tras la pandemia. Conceptos que se diluyeron tras el final de la primera guerra fría —autosuficiencia, proteccionismo y nacionalismo industrial— emergen, renacidos, en la segunda. 

En una entrevista la semana pasada, el CEO de Apple, Tim Cook, reconoció que la falta de microprocesadores había motivado que la compañía perdiera ventas por 6.000 millones de dólares en el trimestre. Mientras tanto, España ha dejado de recibir desde el pasado lunes el gas natural que llegaba a través del gasoducto Magreb-Europa como consecuencia del conflicto entre Argelia con Marruecos. El cierre de ese grifo priva a España de casi la mitad del gas canalizado que hasta ahora recibía desde el norte de África, que deberá importarse por medio de barcos. 

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