La próxima potencia desacomplejada
La invasión rusa de Ucrania se siente cercana en Berlín y despierta reacciones viscerales. Ahora el país está listo para un cambio radical y sin retorno
El monumento ruso a los caídos en la Segunda Guerra Mundial en el parque Tiergarten de Berlín es controvertido desde hace tiempo, dadas las penurias infligidas a los berlineses por las tropas de Stalin durante los últimos días del conflicto. Fue construido para conmemorar a los soldados del Ejército rojo que murieron en la batalla por la capital alemana en 1945. Ahora, esas piezas de artillería y los tanques T-34 evocan los horrores desatados en Ucrania por Rusia.
El 9 de mayo se colocaron coronas de flores frescas para conmemorar el 77 aniversario de lo que los rusos llaman el «Día de la Victoria», pero hubo poca sensación de paz o dignidad. Las banderas de Rusia y Ucrania fueron prohibidas por las autoridades de Berlín para evitar incitar a ambos lados. Los claveles rojos esparcidos en las orugas de los tanques del monumento se sentían como un acto de rebeldía.