La UE busca su nueva City
La UE quiere un centro financiero propio y el Brexit hace peligrar la City
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Al principio fue el Big Bang. Corría el año 1986 y la moribunda economía británica parecía atascada en un ciclo inacabable de decadencia postindustrial. Y entonces, llegó la gran revolución que abrió los mercados financieros del Reino Unido al mundo y convirtió a la City de Londres en el motor de la nación.
Los bancos desembarcaron en la milla cuadrada y las compañías acudieron en masa a cotizar en la bolsa de valores de Londres tras su desregularización. Los míticos señores con bombín que se reunían en torno a una cerveza tibia dieron el relevo a una generación de traders al más puro estilo Gordon Gekko.