El exceso de deuda para rescatar al inmobiliario cuesta a China la rebaja de Moody's
Moody's reduce las perspectivas de crédito de China a negativas. Pekín intensifica los estímulos fiscales para ayudar al crecimiento postcovid y por si el inmobiliario colapsa. La agencia cree que su economía está en riesgo
Moody's Investors Service redujo a negativas sus perspectivas para los bonos soberanos chinos. La agencia estadounidense subrayó así las preocupaciones globales sobre el nivel de deuda acumulado por la segunda economía más grande del mundo.
La perspectiva pasó de estable a negativa, aunque mantiene la calificación a largo plazo de A1 en los bonos soberanos chinos, según un comunicado. El uso de los estímulos fiscales en China para apoyar a los gobiernos locales en su gestión de la espiral de recesión inmobiliaria está planteando riesgos para la economía del país, documentó la firma.
El Gobierno de Pekín reaccionó poco después de que se anunciara el cambio de calificación, diciendo que estaba "decepcionado" con la decisión de Moody's. Sostiene que la economía de la superpotencia "será altamente resistente y tiene un gran potencial". El impacto de una recesión inmobiliaria está controlado, aseguró el ministerio de finanzas en un comunicado.
El cambio de Moody's se produce cuando la profundización de la crisis inmobiliaria en China desencadena el estímulo fiscal como respuesta: el país aumenta su endeudamiento como medida principal para reforzar su economía. Ello ha planteado dudas sobre los niveles de deuda a la par que Pekín se encaminada hacia un récord de emisión de bonos este año.
"Estas rebajas de calificaciones o cambios de perspectiva a negativa, a menudo, marcan lo más bajo en términos de malas noticias y ventas en el mercado", dijo Viraj Patel, estratega macro global de Vanda Research. "Es difícil que las cosas empeoren y sólo se necesita muy poco para ver un rebote táctico o un apretón corto".
La economía china lucha por ganar tracción este año, ya que el rebote tras las políticas restrictivas del covid cero resultó ser más débil de lo esperado. Los datos de la semana pasada mostraron que tanto las actividades industriales como las de servicios se redujeron en noviembre. Ello refuerza la creencia de que se necesita más iniciativa por parte del Gobierno para apoyar una recuperación que, por ahora, es vacilante.
En octubre, el presidente Xi Jinping señaló que no se tolerará una fuerte desaceleración del crecimiento ni los persistentes riesgos deflacionarios. El Gobierno, acto seguido, aumentó su déficit presupuestario general al más abultado en tres décadas. Con el 3,8 por ciento para 2023, la relación déficit/PIB está muy por encima del límite aceptado del 3 por ciento.
La instrucción de Xi permitió al tesoro central vender un billón de yuanes de bonos soberanos adicionales este año para apoyar un rescate en caso de desastre inmobiliario. Los gobiernos locales también vendieron bonos especiales de refinanciación para intercambiar algunas deudas fuera de balance. Éstos conllevan, sin embargo, costes más altos.
"Teniendo en cuenta el desafío político que plantea la deuda de los ayuntamientos, el Gobierno central se centra en prevenir la inestabilidad financiera", dijo Moody's. "Aún así, mantener la estabilidad del mercado financiero mientras se evita el riesgo moral y se contienen los costes fiscales de apoyo es muy difícil".
Moody's redujo por última vez su calificación crediticia en China en 2017, a A1 de Aa3, sobre la probabilidad de un aumento de la deuda de toda la economía y el impacto que tendría en las finanzas estatales. Esa fue su primera rebaja de la deuda de China desde 1989.
A principios de este año, Fitch Ratings dijo en una entrevista con Bloomberg TV que podría reconsiderar la revisión del crédito soberano A+ de China. La empresa confirmó recientemente una calificación de este tipo con una perspectiva estable.
S&P Global Ratings ha mantenido las calificaciones de China en A+ con una perspectiva estable desde su última rebaja en 2017, que siguió a un movimiento similar de Moody's.
"Es poco probable que el riesgo de una rebaja de la calificación revierta el plan de emisiones de deuda, lo que podría ayudar a aliviar la preocupación por el sector inmobiliario y el lento crecimiento de China", dijo Ken Cheung, estratega jefe de divisas de Asia en Mizuho Securities.