Las provisiones son una herramienta esencial para el funcionamiento correcto del sector bancario y, por extensión, del crédito y la economía. A priori, no parece un tema muy «sexy» por su naturaleza contable. Sin embargo, tiene una relevancia esencial y es motivo de no pocas controversias. Su importancia ha crecido desde que, además, se consideran como un elemento primordial para la prevención de crisis financieras.  

Se trata de fondos que las entidades financieras tienen que dotar cuando conceden un crédito para cubrir su potencial baja en el activo en el caso de que finalmente se clasifique como fallido. Lógicamente, aquellos créditos que se consideran más arriesgados o para los que durante su existencia, su devolución devenga más incierta, tendrán una mayor dotación de estos fondos.