Una fábrica de impresión 3D

GRANDES REPORTAJES ● Una startup fundada por veteranos de SpaceX pretende hacer realidad el potencial de la impresión 3D, cuyas grandes promesas nunca han llegado a cumplirse

El ingeniero Rueben Mendelsberg observa el arranque de una impresora 3D en la sede de Freeform Future en Hawthorne, California.

Desde que empezó a recibir atención general hace unos 15 años, la impresión 3D ha tenido un aire mágico, con la promesa de convertir cada hogar en un centro de fabricación en miniatura y, al mismo tiempo, cambiar el funcionamiento de las fábricas a escala industrial. 

Pero las impresoras 3D -que crean objetos superponiendo materiales según un plan enviado por ordenador- se han ganado la reputación de ser poco manejables, caras y lentas. El sueño utópico de que las impresoras se convirtieran en un electrodoméstico tan omnipresente como el ordenador personal se ha desvanecido en gran medida.

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