Urnas: argumentos contra emociones
ANÁLISIS ● En la era de la inmediatez y de la simplificación, la sustitución de los argumentos por consignas y del razonamiento por la hipérbole pesan más que unos programas electorales que nadie lee

No hace falta más que sentarse frente el televisor para comprobar que España está ya en campaña electoral, pese a que la primera de las dos previstas para este año no comenzará oficialmente hasta el 14 de mayo. Los partidos, y particularmente sus líderes, compiten por la cuota de atención de una ciudadanía que, en 2023 puede dar un vuelco completo a la política española. O quizá no tanto.
En los escasos 11 meses que restan hasta diciembre se disputará prácticamente todo el poder en los tres niveles de las administraciones: 8.131 ayuntamientos, 12 de las 17 comunidades y ciudades autónomas (que representan al 50 por ciento de la población) y los 350 escaños del Congreso, de los que saldrá el próximo presidente del Gobierno.