4 pasos para reducir las emisiones que nadie sabe eliminar
La supresión de las emisiones Scope 3, aquellas que proceden de los proveedores y otras fuentes indirectas, pasa desapercibida en los planes de descarbonización. Estas son las claves de CDP para recortarlas
Las emisiones Scope 3 son las grandes olvidadas de los planes de descarbonización. Este tipo de gases de efecto invernadero (GEI) son aquellos que se generan en la cadena de suministros, por lo que son obviados en los compromisos climáticos de muchas de las empresas más contaminantes, cuyas estrategias están más orientadas a reducir las emisiones propias (Scope 1) y las indirectas derivadas de la compra de energía (Scope 2).
Para muchas empresas, la mayor parte de las emisiones la generan sus proveedores, por lo que organismos e instituciones están presionando para que las grandes compañías fuercen, a su vez, a la descarbonización de su cadena de valor. Uno de los ejemplos más recientes fue el informe ‘Engaging the chain: driving speed and scale’ de Carbon Disclosure Project (CDP), que destacó a 200 multinacionales que toman medidas para fomentar las estrategias climáticas en sus socios.
La plataforma ha publicado, de forma complementaria, cuatro claves que las grandes empresas están implementando para reducir las Scope 3. “Con el último informe del IPCC y la COP26 frescos aún en nuestras mentes, los principales actores de la economía mundial deben adoptar un mayor enfoque de todo su sistema para limitar el calentamiento global”, explica Andrew Cummings, director asociado de CDP.
Transparencia y objetivos estratégicos
Dos de las preguntas que se hacen muchas empresas es cómo pueden medir y cómo pueden gestionar el impacto de las emisiones de su cadena de valor.
Por ello, CDP considera que es “vital” impulsar la divulgación ambiental con el objetivo de que se aumente la transparencia también por parte de los proveedores, por lo general de menor tamaño que sus grandes socios, y menos exigidos en materia climática.
Por ejemplo Ford, uno de los mayores fabricantes de coches de Estados Unidos, solicita a las empresas con las que trabaja que divulguen informes ESG. La compañía es una de las 200 destacadas por CDP, con un gasto total de 5,5 billones de dólares el año pasado para solicitar datos a más de 24.000 proveedores.
Pero la tarea de las multinacionales no debe quedar ahí, sino que deben establecer “expectativas claras” y marcar objetivos estratégicos con sus socios para impulsar la reducción. En este punto, valoran los planes de la tecnológica Cisco, una de las compañías fundadoras de CDP y “uno de los mejores en preparar a sus proveedores”.
“Se compromete a hacer que sus proveedores pasen de la simple divulgación a la acción. Incorporar KPIs (indicador de rendimiento) en el proceso de gestión de proveedores que se alinean con el objetivo Net zero de Cisco, y también espera que los proveedores cumplan con los estándares y la calidad de datos de Cisco, incluso la verificación por parte de terceros de las emisiones Scope 1 y Scope 2”, apuntan.
SBTi y la unión de fuerzas
Por otra parte, las grandes empresas también están incorporando cada vez la visión de Science Target Based (SBTi), esto es, los objetivos para mantener el calentamiento global por debajo de los 1,5 grados centígrados; uno de los apartados que cobró fuerza tras la COP26. El 70 por ciento de las compañías que forman parte de CDP ya implementan algún tipo de SBTi, según datos de la plataforma.
Para animar a sus proveedores, pone de ejemplo a Moody’s, una de las grandes agencias de rating y servicios financieros del mundo, que tiene un compromiso para que al menos el 60 por ciento de sus proveedores alinee sus activos y operaciones con los SBTi para finales de 2025.
Por último, CDP señala que resulta clave “unir fuerzas para acelerar la acción” climática. “Las empresas están comenzando a unir fuerzas para presionar a sus proveedores a establecer sus propios objetivos. En 2021, 26 miembros de CDP de 500.000 millones de dólares en compras anuales, se unieron a nuestra campaña SBTi”, explican los expertos.
Así, Mastercard es uno de los miembros que ha demostrado “su compromiso con los niveles más altos de ambición climática”. La firma financiera tiene el objetivo para reducir sus emisiones Scope 3 en un 20 por ciento para 2025. “Movilizar a nuestros proveedores para que establezcan sus propios objetivos es una prioridad para nosotros”, dijo Kristina Kloberdanz, directora de sosteniblidad de Mastercard.