Un fondo de reserva de liquidez de Amundi fue el favorito de los gestores españoles en 2021 y contaba con la característica, además, de ser sostenible.

El fondo Amundi Euro Liquidity-Rated SRI, centrado en el rendimiento monetario del euro a tres meses, recibió inyecciones por valor de más de 2.000 millones de euros el año pasado, según los datos actualizados por la consultora VDOS desde los profesionales españoles.

El año pasado, el patrimonio invertido por las instituciones de inversión colectiva (IIC) domésticas en fondos de terceros fue de 110.603 millones. 

En un ejercicio en el que tanto Amundi, medalla de planta en peso dentro del mercado institucional, como BlackRock, que logró el oro, dominaron el mercado español, los fondos éticos se alzaron como la segunda tipología que más crecimiento registró tras la de bolsa estadounidense.

Un fondo ‘verde claro’ con más de 26.000 millones

El fondo de Amundi es un vehículo de gestión activa que obtiene su rendimiento de dos fuentes, la renta fija y el crédito. Su objetivo es superar el rendimiento del mercado Eonia, por lo que el horizonte de inversión comprende desde un día a tres meses

“Tiene como objetivo responder a las principales preocupaciones de los inversores a la hora de elegir los productos del mercado monetario”, explica Paula Mercado, directora de análisis de VDOS. Preocupaciones como la liquidez, la preservación del capital, la coherencia del rendimiento y la transparencia, según la experta.

La prioridad es, por tanto, la de gestionar la liquidez y el riesgo. “Los activos del fondo se dividen en grupos de diferentes vencimientos, ajustados en función de las suscripciones y las reservas para garantizar que el fondo permanezca constantemente líquido”, explica Mercado.

Las principales inversiones se centran en los títulos emitidos por entidades privadas o públicas con calificación de grado de inversión. Por sectores, la mayor parte, un 62,95 por ciento, corresponde al financiero, mientras que un 18,75 por ciento está orientado a operaciones de O/N y repos, y un 18,30 por ciento a emisiones corporativas.

El fondo integra, además, criterios ESG. Está clasificado como artículo 8 según el Reglamento de Divulgación (SFDR) europeo, siendo este el segundo mayor grado en sostenibilidad de la normativa; en otras palabras, un vehículo de inversión ‘verde claro’.

“Al menos el 90 por ciento de los valores de la cartera debe tener calificación ESG”, detalla Paula Mercado.

Además de la exposición al euro, algunos valores que forman parte del ‘portfolio’ de emisores son el banco italiano Cassa Depossiti e Prestiti, la tecnológica AT&T o la división financiera de Toyota. 

Uno de los principales reclamos que benefició el comportamiento del fondo fue su orientación a minoristas, ya que requiere una aportación mínima de una participación, que se traduce en un valor liquidativo de 1.040 euros. Las comisiones son del 0,15 por ciento, fija, y una variable del 30 por ciento sobre los resultados respecto a su índice de referencia 100% €STR Capitalise (OIS).

Amundi recorta terreno a Blackrock

Siguiendo los datos de Vdos, BlackRock, fue la gestora favorita de los profesionales españoles, con 17.285 millones de euros el pasado ejercicio.

Esto representó el 15,44 por ciento de la cuota de mercado, pero supuso una pérdida en este apartado de más del 1 por ciento respecto a la cuota de 2020.

Amundi, por su parte también redujo su cuota de mercado al 7,25 por ciento el año pasado y recortó terreno al perder algo más de medio punto frente al 7,8 por ciento de 2020.

Ambas entidades fueron los mayores proveedores de fondos en España, seguidas de Deutsche Bank, JP Morgan e Invesco. Entre las cinco acapararon una cuota del 36,93 por ciento, más de 41.000 millones en términos absolutos. El patrimonio invertido se incrementó en 7.000 en comparación con el ejercicio anterior, lo que supone un crecimiento del 22 por ciento.

El auge de los fondos éticos

En lo que respecta a crecimiento, el de los fondos éticos destacó en 2021, al recibir inyecciones de capital por valor de más de 2.100 millones de euros.

Este crecimiento supone casi la mitad del patrimonio total de esta tipología, que cerró el año pasado con un patrimonio total de 5.663 millones.

La categoría de fondos éticos recoge aquellos productos de renta variable que especifican sus inversiones en apartados como la sostenibilidad, la responsabilidad social, la ISR o el consumo responsable, según apuntan desde Vdos. También practican la política de exclusiones de ciertos sectores, entre ellos la industria militar, el tabaco o el alchol.

En esta tipología, Amundi sí logró crecer más que BlackRock, ya que su patrimonio se incrementó en 680 millones frente a los 539 millones de la entidad que lidera Larry Fink.

El volumen total en fondos éticos también se inclina hacia la gestora francesa, que maneja un patrimonio total de 2.296 millones de euros frente a los algo más de 1.600 millones de 2020.

BlackRock, por su parte, controla 759 millones, aunque su crecimiento fue porcentualmente mayor que el de Amundi. Solo en 2021, la gestora estadounidense logró duplicar ampliamente el patrimonio que los institucionales invierten en su gama de fondos éticos respecto a los 220 millones que manejaba hace dos años.