Banca. Ni los analistas entienden sus riesgos climáticos

La inclusión de los riesgos climáticos en las valoraciones de la banca es un reto para los analistas. Necesitan reciclarse en conceptos y regulaciones hasta ahora inexistentes y entender otros sectores, como el energético

Los analistas financieros especializados en banca podrían necesitar reciclarse para ser capaces de incorporar correctamente la exposición del sector al riesgo climático, de acuerdo con Scope Group.

Con demasiada frecuencia, según un estudio, estos profesionales separan los riesgos climáticos y ambientales de los bancos en sus valoraciones, según defiende Sam Theodore, consultor senior de Scope Group en Londres.

Algo que es evidente cuando tratan de medir el impacto ambiental, social y su perfil de gobernanza (ESG). En estos casos recurren como herramienta a las emisiones de bonos verdes, cuando ese indicador a menudo pasar por alto la cuestión más importante, que es cómo se utilizan los fondos captados.

Teniendo en cuenta estas conclusiones, los analistas que analizan los riesgos ESG de los bancos, tal vez deberían reciclar su conocimiento alrededor de las circunstancias que rodean al cambio climático, de acuerdo con este proveedor especializado en calificaciones crediticias y ESG.

“Para valorar correctamente el desafío que el cambio climático supone para los bancos, los analistas necesitan ampliar su horizonte de conocimiento”, insiste Theodore.

Los analistas necesitan aprender conceptos ligados al cambio climático y relacionados con otros sectores

Eso implica desarrollar una comprensión más profunda de la ciencia, los aspectos éticos e interiorizar la dinámica de otros sectores industriales como la energía, la generación energética, el sector manufacturero o las utilities, opina este experto.

En este sentido, los analistas bancarios también necesitarían conocer marcos como el Network for Greening the Financial System y la Taskforce on Climate Related Financial Disclosures.

“Sin un conocimiento práctico de los desafíos climáticos y ambientales a los que se enfrentan los mercados en los que operan los bancos, los analistas estarán en una posición difícil para analizar y cuestionar adecuadamente las afirmaciones de los bancos”, señala el experto de Scope.

Muchos retos regulatorios por delante

Los bancos europeos tendrán que revelar a finales de este año el que se conoce como ‘riesgo ESG Pilar 3’. Para 2024, la industria deberá publicar un índice de activos verdes (GAR) y una estimación de cómo se se alinea su negocio con la taxonomía de actividades sostenibles europea.

Si se tiene en cuenta como los analistas han incorporado en el pasado ratios, “comenzarán a clasificar a los bancos de acuerdo con GAR y su adaptación a taxonomía y penalizarán a los rezagados tanto a nivel del valor de las acciones, como de los bonos”, señala Theodore.

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