Barclays, Credit Suisse... y la alta velocidad climática que esquiva la banca española
Ningún banco español presentó propuestas climáticas a sus juntas, algo que sí están haciendo algunos competidores europeos, que cotizan en mercados con normativas menos proteccionistas
Las últimas juntas de accionistas de los bancos españoles guardan en común que en ninguna se introdujeron propuestas climáticas.
La banca del IBEX 35 pasó por alto estas resoluciones a diferencia de sus pares europeos. Bancos como HSBC, Barclays o Credit Suisse ya han introducido en el orden del día de su cita ante sus inversores muchas de las mayores entidades del continente.
Detrás de esa mayor importancia que han adquirido las cuestiones ambientales subyace la mayor presión que han recibido por parte del activismo accionarial. Algo que no ha ocurrido con los bancos españoles, ya que la normativa dificulta la posibilidad de introducir propuestas en las juntas.
HSBC, pionero en 2021
Uno de los primeros grandes bancos en llevar el clima a sus juntas de accionistas fue el británico HSBC, que ya lo hizo hace un año.
Y lo hizo admitiendo la presión activista, al señalar que la propuesta fue “discutida y acordada” tanto con ShareAction, uno de los fondos accionariales que más ha presionado a la banca, como por un grupo de accionistas de HSBC, según explicó entonces el banco.
Comprometido con el Acuerdo de París desde octubre de 2020, la resolución climática obtuvo un aplastante 99,71 por ciento de aprobación por parte del accionariado de HSBC, incluyendo la recomendación de voto a favor por parte del Consejo de administración.
Barclays y Credit Suisse, los últimos
Los últimos en incorporarse a la tendencia fueron algunas de las mayores entidades de europeas. Barclays aprobó su primera propuesta climática en su junta de finales de abril que fuerza a la entidad británica a establecer una estrategia, así como objetivos de descarbonización, para este año.
Sin embargo, si bien la mayoría de las resoluciones fueron aprobadas con más de un 90 por ciento de los votos, la propuesta ambiental solo obtuvo apoyo por parte del 80 por ciento.
El caso de Credit Suisse también es destacable. Pese a atravesar el periodo más difícil de su historia, en el que la quiebra de los fondos Archegos y Greensill y la polémica salida de su presidente, Antonio Horta Osorio, han llevado al mayor banco francés a mínimos históricos y una crisis reputacional sin precedentes.
Y ni siquiera en este contexto ha podido esquivar la presión del activismo, por lo que Credit Suisse se vio forzado a llevar a su junta, celebrada la semana pasada, la primera propuesta climática de su historia.
Fue rechazada por más de un 77 por ciento del accionariado, aunque se recibió como una victoria por parte del activismo.
“Es un momento importante para los accionistas. Muestra a Credit Suisse que sus inversores quieren que vaya más allá en el cambio climático. Y sienta un importante precedente en Suiza”, apuntó en un comunicado ShareAction, responsable de la propuesta junto a la Fundación Ethos, una red de 225 fondos de pensiones suizos, y una coalición de 11 inversores con 2,2 billones de euros en acciones.
Empezaron, además, a caldear la junta de accionistas del próximo año, instando al banco a ampliar la divulgación y los objetivos climáticos, a reducir la financiación de los combustibles fósiles que más apoya, como el ‘fracking’, y a tomar medidas para detener la expansión de los combustibles fósiles. “De lo contrario, podría enfrentarse a otra rebelión de accionistas en 2023”, aseguran en ShareAction.
BNP Paribas calienta motores
Por su parte, BNP Paribas, aún no ha celebrado su junta -llegará a finales de este mes- pero el mayor banco francés ya ha empezado a labrar el terreno.
Este jueves presentó, como parte de su plan estratégico a 2025, su primer informe de alineación y análisis climático con el objetivo de “guiar la alineación” de su cartera a sus compromisos Net zero.
Se incluyen varios apartados, como una serie de objetivos para reducir su huella de carbono en tres sectores: generación energética, en un 30 por ciento respecto a las emisiones de 2020; exploración y extracción de petróleo y gas, en al menos un 10 por ciento para dentro de cuatro años; y en energía automotriz, cuyos niveles quiere reducir en una cuarta parte para 2025.
BNP Paribas también tratará de reducir en un 12 por ciento su exposición crediticia al petróleo y gas, y anunció que dedicará al menos 200.000 millones de euros para apoyar la transición de sus grandes clientes corporativos de aquí a 2025. Para ese año, el objetivo es movilizar 350.000 millones a través de préstamos y emisiones de bonos ambientales y sociales.
“Este informe es un primer paso importante para asumir nuevos compromisos dentro de la Net-zero Banking Alliance”, dijo Jean-Laurent Bonnafé, presidente y director ejecutivo de BNP Paribas.
No obstante, no se votará como punto del orden del día independiente, como ha sucedido en el caso de HSBC o Barclays.
Sin rastro del clima en el IBEX 35
Pese a que los mayores bancos españoles sí están alineados con la Net-Zero Banking Alliance, la iniciativa que persigue la descarbonización del sector a nivel mundial para 2050, no hubo ni rastro de propuestas climáticas en las juntas de Banco Santander, BBVA, Caixabank, el Sabadell y Bankinter, los representantes de la banca en el IBEX 35. El activismo se lo había pedido a las entidades fundadoras de la Net Zero Banking Alliance.
Algo que podría explicarse por una cuestión normativa, que dificulta que los activistas puedan introducir propuestas. Mientras en España, el porcentaje requerido de acciones para presentar resoluciones en las juntas es del 3 por ciento, en otros como Francia el mínimo es del 0,5 por ciento, aunque varía en función de la capitalización.
Entretanto, Estados Unidos tiene unas condiciones más propicias para que el activismo actúe, al exigir un 1 por ciento de las acciones de una empresa o, en su lugar, haber adquirido 2.000 dólares en acciones en el año anterior a la cita.
También Reino Unido. Aunque para introducir un punto del orden del día de forma individual se necesite el 5 por ciento del capital, también es suficiente con crear un grupo de 100 accionistas cuyos intereses económicos individuales en un valor superen las 100 libras.
De ahí que tenga éxito grupos como Follow This o ShareAction.