BBVA AM da pasos en 'engagement': esta temporada votará en un 50% más de juntas

Prevé participar en hasta 280 juntas de accionistas este año, frente a las 181 de 2020. Los temas a los que más se opone son a la elección de consejeros y a la política de retribuciones

Paso a paso, las gestoras españolas van desglosando cómo es su política de voto en las juntas de accionistas de sus participadas. Un paso esencial en su estrategia de ‘engagement’ donde la información oficial, vía informes a los reguladores, todavía no se ha acelerado de forma generalizada.

BBVA Asset Management ha realizado este martes un movimiento en esa dirección al desglosar en cuántas juntas de accionistas participó el pasado año, cuál fue su estrategia de voto y en cuántas tiene previsto votar durante el año en curso.

Hay que recordar que como contó SOCIAL INVESTOR en el último número de su revista, que entre las tres grandes gestoras por patrimonio en España solo Caixabank AM aportó datos sobre su política de implicación en las juntas en el informe de gestión anual integrado del grupo de 2020.

Este ‘engagement’ con las sociedades donde participan las gestoras es, cada día en mayor medida, una exigencia para las compañías, aunque hasta ahora cada una de ellas ha ido desglosando esa información de manera diferente.

La nueva Ley de Sociedades de Capital, que ya ha entrado en vigor, insta a acelerar en esas políticas de implicación, tanto de inversores institucionales como gestoras de activos, para que hagan públicas y desglosen cuáles son sus criterios de inversión extrafinancieros, cómo canalizan ese ‘engagement’ con sus participadas, y sus criterios de participación en las juntas de accionistas.

Además, también el reglamento europeo SFDR requiere a las gestoras que desglosen cómo es su política, incluída cómo es su actuación en las juntas de accionistas.

“El objetivo es ser muy ambiciosos a este respecto”, ha asegurado Alberto Gómez-Reino, responsable de Inversión Sostenible y Asset Allocation Institucional de BBVA AM, durante un encuentro con inversores institucionales.

BBVA AM es tercera mayor gestora de fondos en España, con 38.345 millones de euros en activos, a cierre de 2020. 

Hasta ahora había actualizado su política de implicación, a comienzos del año. En este sentido, los inversores podían ver, en cada fondo, cómo había votado, semestre a semestre.

En cuanto a su política de 'engagement', BBVA AM fija que publicará en su web "con carácter anual y de forma gratuita" la aplicación de la política de sostenibilidad, lo que incluirá una descripción general de sus derechos de voto, una explicación de las votaciones más relevantes y, si corresponde, el recurso a los servicios de asesores de voto.

Así ha sido su voto en las juntas de 2020 y será en 2021

En ese encuentro con inversores institucionales, BBVA AM ha indicado que, en el conjunto de ese último ejercicio participó en 181 juntas. De ellas, 67 correspondieron a compañías españolas, otras 107 a empresas de otros países de Europa; y siete a cotizadas estadounidenses. 

En cambio, no desglosa la identidad de esas empresas, ni otros aspectos, como los sectores donde operan, por ejemplo.

Sí apunta que esa política de voto cuenta como asesor, ‘proxy’, con la firma estadounidense ISS, “que nos da recomendaciones alineadas” con “las mejores prácticas del mercado”, según ha desglosado en su presentación, a las que suma sus propios criterios internos. 

En total, la gestora de BBVA votó en un total de 42.231 puntos del orden del día de esas diferentes juntas que, apunta, se desarrollaron en un año especialmente difícil para ejercer el voto, obligatoriamente, a distancia, como consecuencia de la pandemia de coronavirus. 

En total, en ese conjunto de votaciones, en un 85% de los casos votó a favor de las propuestas realizadas por los consejos de administración. En cambio, en un 13% votó en contra y en otro 2% se abstuvo.

De los votos en contra, más de la mitad (un 51%) correspondió a votaciones relativas a la elección de los integrantes de los consejos de administración de sus participadas. Otro 29% de votos de rechazo estaban relacionados con la política de retribuciones de esas compañías. Se trata de dos de las cuestiones más polémicas en las juntas de las cotizadas

Además, otro 11% de los votos en contra de BBVA AM en 2020 estuvo ligado a operaciones financieras, según la información desglosada en la citada presentación.

De cara a este año, ha indicado que también prevé emitir su voto a través de sus gestora de México y Luxemburgo.

Actualmente, en lo que va de 2021, ya ha votado en 155 juntas de accionistas. Sin embargo, la cifra prevista por la gestora para el conjunto del año es más alta, ya que contempla 250 juntas que se pueden elevar en otras 30, donde contempla la activación de su voto.

De esas 280 citas con accionistas que prevé para este año, 60 corresponden a compañías de Estados Unidos.

Rating ESG de sus participadas y exigencias de mejora

Además, BBVA AM también ha desglosado en esta presentación a inversiones cómo está integrado los riesgos ESG en su cartera, mediante a una combinación de 'rating' propios e información no financiera de terceros.

Según estos, divide esos activos en tres calificaciones A, B y C; donde la A conlleva compañías o activos con características sostenibles destacables. En cambio, B supone estar “en la media”; y la C activos en los que la gestora no quiere estar. 

En este último escenario C, se le abren tres posibles opciones: desinversión, esperar al vencimiento o apostar por mejorar el ‘engagement’, exigiendo a esa compañía más compromisos ESG y evaluando su evolución de forma periódica. 

En total, actualmente, suma la cobertura de 4.300 activos bajo criterios ligados a la ESG, cuando hace un año eran 1.840. Un crecimiento que atribuye a bonos corporativos, activos monetarios y fondos y ETF.

La gestora indica que, tras este avance, han constatado 17 activos con calificación C. En casi la mayoría (17) se ha optado por la desinversión; en uno -un bono a corto plazo-, por esperar al vencimiento; y en el restante por el ‘engagement’ y mejorar la ESG de ese activo en cuestión, que no ha identificado.

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