BBVA es el nuevo nombre propio vinculado a la banca española que dejará de financiar a empresas cuyas actividades estén relacionadas con el carbón y que representen más del 5% de sus ingresos.

Una estrategia que llega después de que el Banco Santander comunicase a finales de febrero un objetivo similar.

“En BBVA, la sostenibilidad es parte esencial de nuestra estrategia, incluida la lucha contra el cambio climático, que es una de las mayores disrupciones a las que se ha enfrentado la humanidad”, declaraba este viernes Carlos Torres Vila, presidente de BBVA a través de un comunicado.

“Hoy hemos dado otro paso muy importante, comprometiéndonos a reducir a cero nuestra exposición a actividades relacionadas con el carbón”, recalca Vila.

Por esta razón, el presidente del BBVA ha apuntado que acompañará activamente a sus clientes en este proceso “apoyándolos con financiación y asesoramiento en su transición hacia modelos basados en energías sostenibles”.

En concreto, la entidad española tiene la intención de dejar de financiar a empresas vinculadas al carbón antes del 2030 en países desarrollados y antes del 2040 en el resto de los países en los que esté presente.

Una decisión recogida en la actualización del Marco Medioambiental y Social de BBVA y, que está alineada con la propuesta del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPPC, por sus siglas en inglés), según defiende el banco.

De este modo, las empresas que superen el umbral del 5% solo podrán recibir financiación para proyectos de energías renovables y sostenibles.

"La definición del este margen está en línea con el criterio de Science-Based Target Initiative, una iniciativa que propone una aproximación metodológica para fijar objetivos de descarbonización basados en la ciencia y con la que más de 1.200 empresas en el mundo se han comprometido, siendo BBVA el único banco español", defiende la entidad.

Este nuevo hito está motivado por la intención de limitar la subida de las temperaturas a un máximo de 1,5ºC y por la ambición de conseguir una economía neutra en carbono en 2050, la cual solo será posible si la generación de electricidad a base de carbón se reduce casi a cero.

Esta nueva medida de BBVA se completará a lo largo de 2021 con nuevos planes y objetivos que impulsen la descarbonización de sus clientes en todos los sectores intensivos en emisiones de CO2, que, junto al carbón, representan dos tercios de las emisiones globales: petróleo, gas, automoción, siderurgia, cemento y transporte.

Durante la presentación de resultados anuales, Torres avanzó que el banco no contemplaba dejar de financiar al petróleo y al gas -algunos analistas señalaban que la banca podría dar este paso este año-, sino que continuaría acompañándoles en el proceso.

Objetivos de financiación a largo plazo

En 2018, BBVA se comprometió a alinear su cartera de crédito con los objetivos de calentamiento global del Acuerdo de París, "además de apoyar la necesidad de alcanzar cero emisiones netas de dióxido de carbono en 2050", recuerda la entidad.

Por ello, considerando que uno factor clave fomentar el uso de energías limpias y sostenibles frente a aquellas más contaminantes, como el carbón, uno de los combustibles fósiles que más contribuye a las emisiones globales de CO2, con un 40% del total, el banco ha movilizado en los últimos tres años (2018-2020) más de 50.000 millones de euros en financiación sostenible.

Una cifra que va por delante en su objetivo de movilizar 100.000 millones en los próximos ocho años (2018-2025).

El Marco Medioambiental y Social de BBVA

BBVA ha actualizado los criterios que seguirá para la financiación de todas las actividades de sus clientes que tienen un alto impacto en el medioambiente y la sociedad, como parte de su compromiso para fomentar el desarrollo sostenible y los derechos humanos.

De este modo, el Marco Medioambiental y Social de BBVA se basa en los estándares de los organismos internacionales para establecer prohibiciones a la actividad con clientes en los sectores de minería, agroindustria, energía, infraestructuras y defensa.

Además, desde diciembre de 2020, prohibieron las actividades con clientes involucrados en cualquier uso relacionado con arenas bituminosas -conocidas como arenas de alquitrán o arenas de petróleo crudo extra pesado- sin una estrategia de diversificación de su actividad y donde éstas representen más del 10% de su producción total.

Asimismo, excluyeron la exploración, producción y transporte de arenas bituminosas.

Los nuevos clientes de estos sectores de alto impacto medioambiental y social solo serán aceptados tras evaluar que su actividad está en línea con dicho Marco, en base a un análisis de un tercero experto en ESG (Environmental, Social, y Governance).

Un proceso de análisis que, desde BBVA, afirman que se actualizará periódicamente mientras se mantenga la relación con el cliente.

El Marco Medioambiental y Social del banco emana de la Política General de Sostenibilidad y de la Política de Responsabilidad Social Corporativa de BBVA. Un marco que amplía las limitaciones de las anteriores normas sectoriales del banco e integra también la norma de actuación en materia de defensa, donde enumera las actividades y los productos que no financiará por ir en contra de sus principios.